28 de octubre de 2023 a las 10:34
En algunas culturas ayer, 27 de octubre, es el día en el que los animales que se nos han ido vuelven para vernos en secreto y darnos las gracias por haberlos querido.
En esta semana nosotros hemos perdido a ONA y a COCO.
Como siempre los riñones son el límite de su vida. ONA llevaba meses alternando periodos con suero y edemas en sus patas. Una loca como muchas, a la que días antes regañábamos porque se salía de la silla y se iba a explorar rincones del jardín.
A COCO le hemos tenido más pachuchin y se nos ha ido quedando poco a poco. Le hemos mimado hasta el final, pero no ha podido ser.
Por eso siempre hacemos todo lo que se nos ocurre con ellos, intentamos aventuras de playa, viajes, comidas, paseos… pero sobre todo cada día achucharlos y decirles lo importantes que son para nosotros, porque así es más fácil que levanten su culo.
Muy difícil, es muy difícil perderlos. Porque cada uno se apega a nosotros. A cada uno le entendemos a su manera.
Y cuando se van se llevan siempre un trozo nuestro, y así vamos, rotos y remendados una y otra vez.