El fin de semana se volvió triste con las despedidas.

En la semana se nos fue SAGA.
El domingo en la mañana LOLA.
Por la tarde nos dejo la abuela SINDY.
Por un lado sabemos que se tenían que ir, cada una llevaba su historia, las tres con tumores. Pero por casualidad, o porque el destino se cruzo así se han juntado las partidas, y aunque lo teníamos asumido, nos ha dejado con una profunda tristeza.
Nuestras abuelis.
La tres partieron tranquilas pero con muchas lagrimas.
Nos dejan sin su ternura, sin su sabiduría, sin sus ladridos refunfuñones.
Las vamos a echar mucho de menos. Si hay algo dulce y entrañable en este mundo son los abuelos.